jueves, 23 de marzo de 2017

CUADRO DE LESIONES DEPORTIVAS


CUADRO DE LESIONES DEPORTIVAS

LESIÓN
DEFINICIÓN
SINTOMAS O MANIFESTACIONES
CLASIFICACIÓN
TRATAMIENTO NORMAL
TRATAMIENTO ALTERNATIVO
HERIDA
Las heridas son lesiones que rompen la piel u otros tejidos del cuerpo. Incluyen cortaduras, arañazos y picaduras en la piel. Suelen ocurrir como resultado de un accidente pero las incisiones quirúrgicas, las suturas y los puntos también causan heridas. Las heridas menores no suelen ser serias, pero es importante limpiarlas bien.
La mayoría de las veces las heridas no suponen un riesgo inmediato, pero pueden llegar a serlo si no se actúa correctamente desde el primer momento. Para no encontrarnos con alguna complicación hay una serie de signos que debemos conocer y unas conductas que debemos adoptar que nos proporcionarán tranquilidad y ayudarán a la recuperación de la herida.
Hay diferentes tipos de heridas, unas necesitan una atención más urgente que otras. Su aspecto nos dará una idea de a qué tipo de herida nos enfrentamos y cómo actuar ante ellas:
·         Abiertas: con separación de la piel. Debemos comprobar la distancia que hay de un borde a otro de la herida, y la profundidad. Si no es muy abierta, no será necesaria una sutura.
·         Cerradas: no se observa separación de la piel, pero generalmente hay hematoma. Suelen estar producidas por golpes, y requieren una atención rápida para descartar el compromiso de algún órgano o de la circulación.
·         Simples: alcanzan solamente a la piel sin afectar ninguna función del organismo. La persona solo manifiesta dolor local, no se queja de dolor en órganos internos.
·         Complicadas: son extensas y profundas, con hemorragia abundante, y generalmente conllevan lesiones de músculos, nervios, vasos u órganos internos. Son muy llamativas y se reconocen fácilmente.
  • Antes de actuar, es importante lavarse las manos con agua y jabón.
  • Hay que observar si hay dolor, hemorragia, el tipo de herida que es y su extensión.
  • Conviene conocer la causa para saber qué hacer: por ejemplo, las mordeduras necesitan atención médica no inmediata.
  • Observa la hemorragia: si la sangre es más oscura y sale a impulsos es sangre arterial, más grave. En ese caso acude rápidamente a un centro de salud para ser atendido.
  • Si existe hemorragia se debe presionar con una gasa estéril. En caso de no tener una a mano, presiona con un paño.
  • Comprueba si hay objetos extraños en la herida (arena, cristal…), pero no los extraigas.
  • Una vez que la hemorragia ha parado, cubre la herida prestando atención a que no se adhiera, y vigilando que no vuelva a sangrar. Si dispones de algún gel bacteriano a mano aplícalo.
  • La hemorragia persiste durante un tiempo razonable, a pesar de la compresión de la herida.
  • Herida de gran tamaño o con pérdida de músculo, hueso…
  • Presencia de hemorragia intensa; más probable en los casos de afectación vascular directa.
  • Herida localizada en cuello, cerca de un orificio natural, ojo o párpados y tórax, abdomen o espalda.
  • Herida con cuerpos extraños: vidrio, cuchillo, tierra…
  • Heridas en personas con circunstancias especiales: niños pequeños, ancianos, inmunodeprimidos, diabéticos, alcohólicos, etcétera.
  • El herido comienza a perder la conciencia. Está frío y pálido.
  • La herida está enrojecida, supura pus o líquidos y existe dolor local.
  • La herida comienza a oler mal.
  • Dolor muy persistente en el tiempo y a pesar de los analgésicos.
  •  
·         Miel: Los gérmenes se ven “atraídos” por la miel, lo mismo que ocurre con las abejas. Esto ocurre cuando se aplica sobre una herida. Deshidrata los agentes malignos, deja la piel limpia y sin infecciones. Una vez que esté bien desinfectada y seca, coloca un poco de miel y retiene usando una gasa esterilizada o un lienzo. Deja que se absorba.
·         Vinagre blanco: coloca una cucharada de vinagre blanco en un litro de agua. Con esto limpia las costras que se van formando en la herida para poder eliminar las bacterias y limpiando profundamente. Puede picar un poco, no te asustes.
·         Cebolla: La cebolla se asemeja al ajo en cuánto a componentes y propiedades, pero con la diferencia de que no irrita la piel. Coloca en la procesadora media cebolla cortada y una cucharada o dos de miel de abejas. Aplica sobre la herida y deja actuar por lo menos una hora, repitiendo tres veces al día hasta que cicatrice.
CONTUSIÓN
Se origina una contusión cuando se produce un golpe, caída o cualquier impacto sobre la piel, pero sin llegar a romper su continuidad ni ocasionar heridas abiertas. Sin embargo, nunca hay que subestimar la gravedad de una contusión; aunque no haya sangre, un golpe de intensidad moderada podría ocasionar daños en músculos, tendones, e incluso órganos internos, y puede dar lugar a fuertes hemorragias internas.
Contusiones mínimas: no se consideran de riesgo y no precisan tratamiento. Debido al golpe se rompen pequeños capilares que provocan enrojecimiento local de la zona, llamado eritema, que desaparece al cabo de unos minutos. No son muy dolorosas, y puede sentirse sensación de cosquilleo, como por ejemplo con una bofetada.
Contusiones leves o de primer grado: el golpe causa la rotura de capilares y algunos vasos sanguíneos locales y superficiales; en la piel aparece el típico cardenal de color rojo violáceo a causa de la salida de la sangre fuera del sistema circulatorio. Hay dolor sobre todo al tacto, y conforme pasan los días y se produce la degradación de las células sanguíneas, la lesión va cambiando de color, pasando del rojo al amarillento y, finalmente, desaparece al cabo de cuatro o cinco días. Un ejemplo sería el típico golpe en la rodilla, que se pone morada pero no genera molestias.
Contusiones moderadas o de segundo grado: el impacto es más fuerte, y afecta a vasos mayores que al romperse provocan un acúmulo de líquidos en la zona lesionada, causando así un hematoma. Aparece dolor en la zona e hinchazón, con una coloración morada. Suele reabsorberse, aunque tarda algo más de tiempo en desaparecer que las leves. Los deportistas suelen sufrir contusiones de este tipo, generalmente causadas por caídas o colisiones con otros jugadores.
Contusiones graves o de tercer grado: aunque el golpe no dañe ni rompa la superficie de la piel, lesiona los vasos de manera que la sangre deja de irrigar la zona, lo que provoca la necrosis (o muerte) de los tejidos. En este caso, la zona lesionada estará fría, inflamada y dura. Este tipo de golpes suelen ocasionar también fracturas y daños en órganos internos. Son la lesión más común de los accidentes de tráfico.

Contusiones más comunes

Algunas de las zonas del cuerpo son más propensas a sufrir contusiones:
Cabeza: los golpes en la cabeza son bastante comunes en los niños por varios motivos. El primero es que en comparación con los adultos, los niños de 0 a 4 años tienen la cabeza más grande en proporción con el cuerpo, por lo que les es más difícil estabilizarse. Y en segundo lugar, la mayoría del mobiliario de las casas suele estar a esa altura, dando lugar a pequeñas colisiones. Aunque un golpe en la cabeza es muy llamativo y no se debe subestimar, la mayoría de las veces la contusión deja un chichón que es doloroso al tacto, pero que desaparece al cabo de cuatro o cinco días. 
Rodillas: las rodillas, al ser articulaciones prominentes y poco protegidas, son vulnerables, puesto que en una caída hacia delante son el punto de apoyo y reciben el impacto. Estas lesiones son más molestas, ya que las rodillas se usan para todos los movimientos de desplazamiento.
Manos: en una caída frontal el primer acto reflejo es apoyar las manos para proteger la cara del golpe. Las articulaciones de la muñeca, el codo y el hombro actúan como amortiguadores y absorben el impacto, pero el contacto con el suelo lo hacen las manos. No suelen ser contusiones importantes porque la piel de las palmas es más dura y resistente, ya que están preparadas para resistir golpes de este tipo.
·         Las contusiones mínimas y las leves no requieren una atención especial. El dolor no es intenso y desaparece con rapidez, aunque se puede aliviar aplicando frío local, como una toalla empapada en agua fría.
·         Las contusiones moderadas y graves se pueden tratar con las siguientes acciones:
o    > Frío local: durante las primeras 24h el frío evita la inflamación y ayuda a reducir el dolor.
o    > Reposo: evitar movimientos. Si la contusión está en alguna extremidad, mantenerla en alto ayudará a reducir la inflamación.
o    > Si el accidentado siente mareos, malestar general, o la zona lesionada crepita y tiene posturas antinaturales, se debe sospechar de fractura o lesiones internas y acudir de inmediato a los servicios de emergencia. En caso de fracturas se puede llevar a cabo una inmovilización de la extremidad.
o    > Cuando el hematoma sea muy extenso, o se hayan producido muchos en distintas zonas del cuerpo, consultar con un profesional de la salud, ya que una posible complicación de una contusión es la infección o la liberación de pequeños coágulos al flujo sanguíneo.
o    > Baños de contraste: las contusiones en manos, pies o dedos se tratan metiendo alternamente la extremidad en agua caliente y fría, con un tiempo de inmersión de 4-5 minutos cada una durante unos 20 minutos al día. Ayuda a calmar el dolor y a la reabsorción de los líquidos.
o    > Si se ha producido una contusión en la cara o en la zona ocular, los signos serán muy alarmantes, puesto que la gravedad hará descender la sangre por toda la cara. No hay que alarmarse, y se aplican las mismas medidas. Si el impacto ha sido en el ojo se debe consultar al médico por las posibles lesiones.
o    > Existen pomadas sin receta médica, cuyo principio activo es el ibuprofeno o el ácido acetil salicílico, que ayudan a la reabsorción de los líquidos. Se puede consultar con un médico y tener una en el botiquín para estos casos. También hay sprays de calentamiento instantáneo (tipo Reflex) para tratar el dolor de forma inmediata.
Remedio para contusiones #1: Un remedio tradicional muy antiguo consiste en aplicar, tan pronto se recibe el golpe,  compresas muy frías o incluso pedazos de hielo sobre la zona afectada.
Remedio para contusiones #2: Empapar un paño de algodón con un poco de vinagre frío. Aplicar sobre el golpe.
Remedio para contusiones #3: Triturar unas hojas de almendro frescas y hacer con ellas una cataplasma para impedir la formación del hematoma.
Remedio para contusiones #4: Hacer un emplasto con hojas frescas de angélica.
Remedio para contusiones #5: Aplicar inmediatamente un bistec (bife) de ternera isobre el punto de impacto para calmar el dolor y evitar la formación del hematoma.
Remedio para contusiones #6:Elaborar una pasta con perejil molido y un poco de mantequilla y luego frotar con ésta  la zona contusionada sin ejercer mucha presión
Remedio para contusiones #7: Otro remedio muy bueno para evitar la formación de un moretón  consiste en colocar sobre las contusiones una compresa de árnica; ésta se puede adquirir en las farmacias o, si gusta, se puede elaborar hirviendo un litro de agua por 15 minutos al cual se le añadirá, pasado ese tiempo, un puñado de hojas de árnica.
Remedio para contusiones #8: Aplicar dos cataplasmas preparadas a partir de una manzana o rallar la manzana cruda con su piel y colocar los pedazos  en el lugar del golpe, ya sea envolviéndola en una gasa ligera o directamente sobre la epidermis.
Remedio para contusiones #9: Hacer una cataplasma de cebolla, calentando un trozo de ésta en una sartén,y  poniéndola sobre una gasa la cual deberá ser aplicada sobre el área que recibió el golpe durante 4 a 5 horas
Remedio para contusiones #10: Este remedio alivia inmediatamente los golpes en los dedos mediante un huevo al cual se le hace un agujero, en un extremo, lo suficientemente grande para que quepa el dedo.  Éste se introduce dentro y se mantiene allí hasta que el calor que desprende pase al huevo y éste también se caliente.
DISTENSIÓN MUSCULAR
Una distensión muscular es el desgarro parcial o completo de fibras musculares, que se rompen, en mayor o menor cantidad, dependiendo de la violencia del gesto causante de la lesión. El desgarro puede ser tan ínfimo que sólo pueda ser observado y diagnosticado a través de microscopio o ecografía, o puede ser tan grave que provoque un sangrado interno por rotura masiva de fibras musculares.
Los desgarros o distensiones musculares se deben a una sobrecarga dinámica; siendo la causa más típica una contracción violenta con estiramiento excesivo simultáneo. Es decir, se conjugan dos tensiones enfrentadas. Por un lado la extensión muscular, es decir, la tensión excéntrica, y por otro la contracción muscular, o tensión concéntrica.
Estas lesiones suelen aparecer con frecuencia en deportes con movimiento o acciones explosivas (fútbol, atletismo de velocidad…). Un cambio de ritmo brusco en la carrera, un golpeo al balón, una batida de salto, son movimientos en los que el músculo puede verse afectado con esta lesión.
·         Grado 1: los primeros días se aplica la máxima RHICE (reposo, hielo, elevación y compresión). Posteriormente, están indicados los ejercicios sin carga y de baja implicación muscular, así como los estiramientos indoloros; para de esta forma llegar al ejercicio cotidiano.  
·         Grado 2: se iniciará de la misma forma que el primer caso, es decir, con la premisa RHICE. En este caso, además del entrenamiento paulatino e indoloro, se añadirá en las primeras fases rehabilitadoras el uso de los ejercicios isométricos (aproximadamente a partir del cuarto día).
·         Grado 3: al igual que en los caso anteriores se comenzará respetando el protocolo RHICE. Debido a la gravedad de la lesión, y su impotencia funcional, es beneficioso el empleo de electroestimulación muscular. Seguidamente se llevará a cabo la normalización progresiva hasta alcanzar la completa recuperación.
En todos los casos el patrón rehabilitador se ajusta a una misma secuencia de pautas para completar las distintas fases de la recuperación, la diferencia radica en el plazo de cada fase.
A todo este tratamiento (para todos los grados de lesión) se le puede añadir termoterapia a partir del 3-4 día para aumentar el metabolismo de la zona afectada y provocar una recuperación más rápida. La aplicación de ultrasonidos o láser también puede ayudar a regenerar el tejido dañado.

Podemos hablar de tres grados distintos de distensión muscular según el nivel de rotura que presentemos:

Distensión muscular de grado 1 o leve

Existe desgarro o rotura de algunas fibras musculares, aunque la porción tendinosa permanece ilesa. No suele presentar hematoma intramuscular, aunque de hacerlo, este suele tener un tamaño no superior a un centímetro. En ocasiones el deportista no es consciente de la lesión hasta después de terminada la actividad. Su recuperación se señala entre siete y ocho días.

Distensión muscular de grado 2 o moderada

En este grado se produce una rotura moderada de fibras del músculo y en ocasiones también de la zona tendinosa. La palpación en la zona afectada es dolorosa. La rotura fibrilar ronda el tercio de la superficie muscular y el hematoma acompañante oscila en torno a los tres centímetros. El deportista habitualmente suele abandonar la actividad deportiva en el momento de la lesión. La musculatura presenta tumefacción y responde con deficiencia en su movilidad. La gravedad de esta lesión deja la recuperación en torno a las dos semanas.

Distensión muscular de grado 3 o grave

En este grado se presenta la rotura completa del vientre muscular, así como de la inserción músculo tendinosa. A la palpación se aprecia un defecto notable y amplio en la fibra muscular. También se presenta un edema importante. El deportista es consciente de la lesión debido a la elevada descarga de dolor asociada a este grado de distensión. Se produce un efecto invalidante en la musculatura afectada. Debido a la trascendencia de este grado de lesión, la rehabilitación puede dilatarse en el tiempo de tres a cinco semanas.
·         Grado 1: los primeros días se aplica la máxima RHICE (reposo, hielo, elevación y compresión). Posteriormente, están indicados los ejercicios sin carga y de baja implicación muscular, así como los estiramientos indoloros; para de esta forma llegar al ejercicio cotidiano.  
·         Grado 2: se iniciará de la misma forma que el primer caso, es decir, con la premisa RHICE. En este caso, además del entrenamiento paulatino e indoloro, se añadirá en las primeras fases rehabilitadoras el uso de los ejercicios isométricos (aproximadamente a partir del cuarto día).
·         Grado 3: al igual que en los caso anteriores se comenzará respetando el protocolo RHICE. Debido a la gravedad de la lesión, y su impotencia funcional, es beneficioso el empleo de electroestimulación muscular. Seguidamente se llevará a cabo la normalización progresiva hasta alcanzar la completa recuperación.
En todos los casos el patrón rehabilitador se ajusta a una misma secuencia de pautas para completar las distintas fases de la recuperación, la diferencia radica en el plazo de cada fase.
A todo este tratamiento (para todos los grados de lesión) se le puede añadir termoterapia a partir del 3-4 día para aumentar el metabolismo de la zona afectada y provocar una recuperación más rápida. La aplicación de ultrasonidos o láser también puede ayudar a regenerar el tejido dañado.

Baños calientes

Los baños calientes son muy adecuados para tratar estas dolencias.
Dejar caer el agua de la ducha en nuestro cuello o espalda es siempre un alivio para los músculos; el calor es un agente calmante y podemos servirnos de él dos veces al día.
Los baños relajantes son aún más efectivos si incluimos en ellos sales de Epsom.

Ingredientes

·         1 taza de sales de Epsom (200 g)
·         Agua (la suficiente para llenar la tina)

Preparación

Llenaremos la bañera con agua caliente, la suficiente para darnos un baño de inmersión durante algunos minutos cubriendo todo el cuerpo.
Añadiremos la taza de sales de Epsom para lograr un efecto relajante. Su composición a base de magnesio es idónea para las contracturas.

Romero

La esencia de esta y otras plantas aromáticas, como el tomillo o la  lavanda son idóneas para desinflamar.
Prepararemos una infusión con unas cuatro o cinco ramitas y una taza de agua caliente.
Dejaremos que se realice la decocción durante 10 minutos para, después, colarla y quedarnos con la infusión.
Seguidamente, mezclamos el líquido con arcilla para obtener una pasta homogénea –importante que esté tibia, caliente, pero sin que nos llegue a quemar–.
La aplicaremos en la zona afectada durante 20 minutos.
ESGUINCE
Fundamentalmente, los esguinces se producen al traspasar el límite máximo permitido del movimiento de una articulación. Una vez transgredidos estos umbrales, todas las estructuras sufren daños, ya que su diseño no abarca dimensionas tales. Los mecanismos más habituales de este tipo de lesiones son:
Los movimientos bruscos y excesivos, o los gestos descontrolados, cuando en ellos convergen dos factores sinérgicos: ángulos máximos de movimiento, y carga sobre estos. Si se realiza una acción en ángulos máximos sin una carga significativa, se produce el fenómeno conocido popularmente como torcedura, lesión de menor entidad que el esguince. Sin embargo, si se le añade el componente de la carga, la gravedad se incrementa debido a que las estructuras de sujeción no soportan la fuerza a contener. 
Los traumatismos son otra causa común de esguince. Por norma general los impactos y accidentes en articulaciones provocan este tipo de lesiones. 
En el caso de los esguinces de tobillo –los más frecuentes– el mecanismo puede ser ejemplo para otras articulaciones. De esta manera, se produce la torcedura por inversión (hacia dentro) por la mayor debilidad de la estructura ligamentosa externa que induce a doblar la articulación hacia dentro, mientras que el otro mecanismo sería por eversión, es decir, una torcedura hacia fuera alejando la articulación de la línea media.
En otros casos como la rodilla, la torcedura se produce a cualquiera de los dos lados de la misma, forzando la postura de varo o valgo (convexidad o concavidad de la articulación). 
Otro mecanismo conocido es el del primer dedo de la mano o dedo gordo, en los esquiadores, que sufren un esguince por una hiperabducción con el bastón.
Atendiendo a los grados de gravedad, podemos encontrarnos con el siguiente cuadro sintomatológico que nos indica que se ha producido un esguince:
·         Dolor: es un síntoma prácticamente constante en este tipo de lesiones a consecuencia de la inflamación y, en algunos casos, la rotura parcial de algunas de sus estructuras. En algunos casos el dolor llega a ser tan importante, sobre todo a mayor grado de esguince, que se produce un fenómeno de hipersensibilidad, es decir, intenso dolor al mínimo roce de la articulación afectada.
·         Edema o inflamación de los tejidos: la rotura de los capilares sanguíneos y el líquido sinovial de la articulación afectada se acumulan en la cápsula articular produciendo un aumento de tamaño de dicha articulación poniendo de manifiesto este signo tan característico del esguince. El aspecto, por tanto, de una articulación inflamada es de una articulación deformada, lo que puede llamar la atención sobre todo en personas con distinto umbral del dolor y que perciban más el aumento de tamaño de la articulación que el dolor.
·         Inestabilidad funcional limitada e incluso anulada: tanto el dolor como la propia inflamación articular generan una impotencia en la función del aparato articular, siendo la principal causa del cese de actividades habituales. En casos como el tobillo o rodilla pueden generar la imposibilidad de caminar. En otros casos más leves, se mantiene la funcionalidad, pero con evidente inestabilidad pues los ligamentos se encuentran dañados y no ofrecen la resistencia habitual
·         Equimosis o cardenal: a las pocas horas de sufrir la lesión puede aparecer una zona punteada rojiza o equimosis, o un verdadero hematoma por la rotura de pequeños capilares de las estructuras que han sufrido la torcedura. Será más evidente en articulaciones como el tobillo.
Según su gravedad hablamos de tres tipos de esguinces:

Esguince de grado 1

Se produce distensión de los ligamentos pero sin llegar a la rotura de los mismos. No existe laxitud articular asociada, por lo tanto, la persona afectada puede realizar movimientos completos, asociados a un dolor leve y un ligero proceso inflamatorio.

Esguince de grado 2

En este caso sí existe rotura parcial del tejido ligamentoso. El dolor se torna ahora moderado, acompañado de una inflamación más acentuada. El paciente responde con posturas antiálgicas (vicios posicionales para evitar el dolor) y una ligera inestabilidad articular. Presenta diferentes niveles de tumefacción (hinchazón), deformidad y equimosis (hematomas). Puede ser visible un hematoma en la zona afectada.

Esguince de grado 3

Rotura completa de la porción ligamentosa. Dolor vivo, hinchazón prominente, deformidad y equimosis acentuadas. Impotencia funcional de la articulación afectada.
La prioridad de la rehabilitación en este tipo de lesiones radica en controlar la inflamación y el dolor, así como aliviar de cargas la zona afectada por el esguince. Seguiremos para ello el protocolo RHICE: Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Por lo tanto, las primeras medidas para el tratamiento de un esguince serán:
·         Aplicar hielo o algún mecanismo de frío (de manera doméstica se aplica una bolsa de guisantes congelados por su adaptabilidad a cualquier articulación), reduciendo así la inflamación y calmando el dolor.
·         Hacer un vendaje compresivo de la zona dañada.
·         Elevación del miembro lesionado para favorecer el drenaje edematoso. Es importante que, en el caso del tobillo, la elevación del mismo sea por encima de la cadera, para que este drenaje sea eficaz.
Para tratar el esguince será también beneficiosa la administración de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos. Igualmente, es recomendable el uso de cualquier tipo de ortesis a fin de disipar cualquier carga sobre esa articulación dañada. Atendiendo a la graduación de la lesión, se pueden citar medidas de respuesta ante una lesión de esguince:

Esguince grado 1

No es necesaria inmovilización alguna, e incluso resulta prudente permitir su uso. A partir del segundo día, se puede comenzar con ejercicios de movilización (flexo-extensiones, movilidad articular, fortalecimiento, etcétera). Una vez recuperados, y antes de reanudar la actividad física, conviene fijar la articulación con un vendaje preventivo.

Esguince grado 2

El patrón de actuación será idéntico al grado 1, con la salvedad de la protección con férula o vendaje funcional a partir del segundo día.

Esguince grado 3

Antes de cualquier actuación, debe ser evaluada la lesión por un especialista, en este caso traumatológico, para discernir el alcance de la lesión y las pruebas pertinentes a realizar. Posteriormente, y al igual que en los casos anteriores, comenzaremos los primeros dos días con el protocolo RHICE; una vez que la inflamación ha remitido (de dos a tres semanas), se comenzarán las labores de rehabilitación por parte de terapeutas profesionales acompañados del uso de férulas de descarga o vendajes funcionales.
La ejercitación consistirá en actividades que busquen la amplitud de los movimientos y el fortalecimiento  de ligamentos. Trazar las letras del alfabeto en el aire con el pulgar o ponerse de puntillas son ejemplos de estos ejercicios rehabilitadores.
Es el mejor tratamiento que se le puede hacer. Aplicar el hielo durante unos 15 minutos 4 veces al día ayudará reducir la inflamación. Elevar el pie (en caso de tener esguince de tobillo) por encima del nivel del corazón permite que la sangre no se acumule tanto en los pies y la gravedad trabajará en contra de la hinchazón. Aplicar compresión con una venda elástica, esto ayuda a reducir la acumulación de fluidos en esa zona y realizar reposo, hacer los menos movimientos posibles que obliguen los músculos a trabajar esa zona y evitar cargar nuestro peso en ella.
2. Arcilla
Aplicar emplastes de arcilla sobre el esguince es un estupendo remedio. La arcilla contiene minerales como el silicio, hierro, magnesio, calcio y potasio entre otros, los cuales ayudarán a tratar la inflamación, calmar el dolor y ayudar a drenar mejor la impureza de los tejidos.
Para potenciar sus efectos, se puede mezclar con vino tinto. Aplicar en la zona inflamada y se puede cubrir con papel higiénico para luego sujetarlo con una venda.
3. Baños de contraste
Si se prolonga el esguince, realizar baños de contraste: agua fría- agua caliente- agra fría, agua caliente, ayudará a mejorar la circulación de esa zona y disminuir su inflamación.
4. Agua con sal y vinagre
Realizar baños con agua caliente con sal y vinagre es un estupendo remedio para aplicar a partir del 3 o 4 día de la lesión.
En un cuenco con agua caliente añade un vaso de vinagre y un buen puñado de sal, sumerge el pie (en caso de tener el esguince en el tobillo) y déjalo sumergido hasta que el agua se enfríe. Realizar dos veces al día.
5. Pimienta de Cayena
La pimienta de Cayena es rica en capsaicina, la cual es conocida por aliviar el dolor. Remojar la zona lesionada con agua caliente y polvo de esta pimienta producirá un efecto calmante que ayuda a aliviar el dolor.
FRACTURA
La fractura se define básicamente como la pérdida de continuidad de un hueso largo o la modificación de la forma original en un hueso corto, causada por el traumatismo directo sobre la estructura ósea, un traumatismo indirecto sobre la zona cercana o por sobrecarga de la misma.
Los síntomas que se producen tras una fractura son generalmente:
  • Dolor intenso
  • Sudor frio
  • Impotencia funcional e inestabilidad de la región afectada
  • Deformidad  visible o palpable
  • Iinflamación alrededor de la fractura, similar a la producida tras un esguince o una fuerte contusión.
  • Fracturas cerradas: son aquellas en las que se produce únicamente la ruptura de la continuidad ósea sin lesión importante de las estructuras vecinas.
  • Fracturas abiertas: además del hueso se produce una herida abierta sobre la piel, y los grupos musculares adyacentes, bien por el propio traumatismo o bien como consecuencia del desplazamiento de la superficie ósea rota que actúa como una cuchilla sobre estas estructuras.
  • Fractura cerrada (simple), el hueso roto no ha traspasado la piel.
  • Fractura abierta (compuesta), el hueso roto sobresale a través de la piel o una herida conduce a la zona de fractura. En estos casos son más probables la infección y la hemorragia externa.
  • Fractura de tallo verde, esta fractura incompleta se asemeja al quiebre de una rama y es más común en los niños porque sus huesos son más flexibles que los huesos de un adulto.
  • Fractura de estrés, a menudo se produce en el pie o la pierna como resultado del esfuerzo repetido en actividades deportivas, el trote o las carreras.
  • Fractura complicada, las estructuras que rodean a la fractura resultan lesionadas. Puede haber daños en las venas, arterias o nervios y también puede haber una lesión en la mucosa del hueso (periostio).
  • Fractura conminuta, el hueso se rompe en trozos pequeños. Este tipo de fractura complicada tiende a curarse más lentamente.
  • Fractura por avulsión, los músculos normalmente están anclados al hueso con tendones, un tipo de tejido conectivo. Las contracciones musculares potentes pueden desprender un tendón y extraer pedazos de hueso con él. Este tipo de fractura es más común en las articulaciones de la rodilla y el hombro.
  • Fractura de compresión, se produce cuando dos huesos son forzados uno contra el otro. Los huesos de la columna vertebral, llamados vértebras, suelen causar este tipo de fractura. Las personas mayores, particularmente aquellas con osteoporosis, tienen un mayor riesgo.
Dependiendo de dónde sea la fractura y su gravedad, el tratamiento puede incluir:
o    El uso de una férula para detener el movimiento del miembro roto.
o    Buscar apoyo para el hueso.
o    El uso de un molde de yeso para proporcionar apoyo e inmovilizar el hueso.
o    La tracción del hueso
o    La inserción quirúrgica de varillas o placas de metal para mantener las piezas de hueso juntas.
o    El alivio del dolor.

Procedimiento quirúrgico para las fracturas

Dependiendo de la localización y la gravedad de la fractura, los procedimientos quirúrgicos pueden incluir:
o    Fracturas cerradas o simples. Los dos extremos del hueso roto se alinean y se mantienen en su lugar. La extremidad se venda muy bien para luego aplicar el yeso húmedo.
o    Las fracturas abiertas o compuestas. Estas reciben una limpieza a fondo para eliminar los posibles residuos antes de ser reparadas, debido a que una fractura expuesta al aire libre puede infectarse fácilmente.
o    Fracturas en huesos largos. Los huesos largos como el fémur son difíciles de mantener alineados. En los adultos a menudo son tratados mediante el enclavado interno. Los niños pueden necesitar tracción par de días antes de fijar el hueso con un yeso. Una vez que los dos extremos del hueso comienzan a mostrar signos de cicatrización, la articulación de la pierna y la cadera se inmovilizan con el yeso. En otros casos, se insertan pasadores encima y debajo de la fractura para fijar ambas partes del hueso. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general.
Remedio para fractura de huesos #1: Sumergir la cáscara de un  huevo blanco limpio en una taza con zumo de limón antes de acostarse. Tomar el líquido pastoso y blanquecino que encontrará alrededor del huevo a la mañana siguiente en ayunas .Tomar durante 9 días conseguidos en un mes
Remedio para fractura de huesos #2: Colocar un pedazo de raíz y hojas de consuelda en un recipiente que contenga 1/2 litro de agua.  Hervir por 10 minutos.  Retirar del fuego y dejar frescar. Tomar a lo largo del día por 2 semanas, descansar una y luego reiniciar 2 semanas.  Hasta que el hueso se consolide. La consuelda ayudan a reparar el hueso por contener alantoína.
Remedio para fractura de huesos #3  Tomar cacao puro mezclado con yogur a diario con lo cual se consolida las fracturas de forma más rápido.
Remedio para fractura de huesos #4 Verter 1 cucharada de hojas de sauce en una taza de agua que esté hirviendo  Tapar y dejar refrescar.  Tomar 1 taza cuando se siente dolor a causa de la fractura.
Remedio para fractura de huesos #5:  Colocar 1 cucharada de cola de caballo en una taza de agua que esté hirviendo.  Tapar y dejar refrescar.  Colar y beber hasta 3 tazas al día para facilitar este proceso de recuperacióRemedio para fractura de huesos #6: El remedio Homeopático más empleado es Árnica montana.
Remedio para  fractura de huesos #7: Se recomienda el fosfato calcico de Sales de Schüessler
Remedio para fractura de huesos #8: El pino es el remedio de las flores de Bach más indicado para las afecciones de huesos.
Remedio para fractura de huesos #9: Hervir un puñado de hojas de achicoria, 3 hojas de papayo y 1 cucharada de linaza en 1 litro de agua por 10 minutos.  Tomar un vaso diario por 20 días.
CONTRACTURA
Como su propio nombre indica, la contractura muscular es una contracción del músculo, el carácter lesivo radica en la continuidad de esta contracción de forma sostenida en el tiempo. Obviamente esta contracción permanente es involuntaria, quedando de esta forma la musculatura en constante tensión. Un músculo se contrae y se distiende, pero en algunos casos, una zona del vasto muscular no se relaja, y sigue contraída. Esta zona se mantiene dura e hinchada, de ahí que el paciente note un abultamiento al tacto, vulgarmente llamado ‘nudo’.
Una contractura no es una lesión grave, pero si molesta y que nos puede impedir realizar determinados gestos con normalidad y sin dolor, por lo que conviene saber identificarlas, diferenciarlas de otros problemas, seguir unas sencillas pautas para minimizar sus efectos y ponerse en manos de un especialista en fisioterapia si queremos acortar los tiempos de recuperación, que, en condiciones normales, pueden oscilar entre una y dos semanas dependiendo de la gravedad de la misma.
Los síntomas más característicos y comunes de las contracturas musculares son el dolor y la limitación de movimientos. Ambos parámetros ofrecen un amplio abanico de gravedad, ya que en algunos casos las contracturas pasan de ser pequeñas molestias sin impedimento alguno a lesiones completamente invalidantes.
La sintomatología oscila en función de dos parámetros: zona afectada y extensión de la contractura. Centrándonos en el primer parámetro, encontramos por ejemplo que en regiones altas del cuerpo, como puede ser el caso de la zona cervical, las contracturas llegan a desencadenar cuadros verdaderamente agresivos como mareos, vértigos, migrañas… Un síndrome de escalenos (atrapamiento del paquete vásculo-nervioso del cuello, por inflamación o contractura del vientre muscular de los músculos escalenos) provoca sensación de pesadez del brazo, dolor profundo, o parestesia y manos frías. Un músculo piramidal que aumenta su grosor a causa de una contractura puede comprimir las estructuras adyacentes e inducir una falsa ciática.
En cuanto al segundo parámetro, la extensión de la contractura, es evidente que una mayor dimensión de la contractura enfatizará y agravará los efectos mencionados.
Como su propio nombre indica, la contractura muscular es una contracción del músculo, el carácter lesivo radica en la continuidad de esta contracción de forma sostenida en el tiempo. Obviamente esta contracción permanente es involuntaria, quedando de esta forma la musculatura en constante tensión. Un músculo se contrae y se distiende, pero en algunos casos, una zona del vasto muscular no se relaja, y sigue contraída. Esta zona se mantiene dura e hinchada, de ahí que el paciente note un abultamiento al tacto, vulgarmente llamado ‘nudo’.
Una contractura no es una lesión grave, pero si molesta y que nos puede impedir realizar determinados gestos con normalidad y sin dolor, por lo que conviene saber identificarlas, diferenciarlas de otros problemas, seguir unas sencillas pautas para minimizar sus efectos y ponerse en manos de un especialista en fisioterapia si queremos acortar los tiempos de recuperación, que, en condiciones normales, pueden oscilar entre una y dos semanas dependiendo de la gravedad de la misma.
1.     En primer lugar, se debe aplicar la propia lógica: alejarse del mecanismo lesional. Si un ejercicio o la repetición de un gesto crea una contractura, se deben evitar estos ejercicios o gestos. El reposo, en muchas ocasiones, es el mejor método de curación.
2.     Un tratamiento muy válido en los primeros estadios de la contractura, es la aplicación de calor seco en la zona afectada, como por ejemplo el uso de almohadas eléctricas. El calor es un potente vasodilatador y contribuirá a la depuración sanguínea del segmento muscular, además de provocar una sensación inmediata de alivio por su efecto analgésico y relajante.  
3.     Los baños de contraste son otra forma de paliar los efectos dolorosos de las contracturas. Esta técnica se basa en el uso alterno del agua fría y el agua caliente, provocando reacciones sucesivas de vasoconstricción y vasodilatación, estimulando así la circulación en la extremidad tratada. 
4.     El uso de la farmacología es un tratamiento más agresivo, más químico, pero con unos resultados óptimos. Cualquier antiinflamatorio, ya sea de ingesta oral o de aplicación cutánea, ayudará a la recuperación de la zona dañada.
5.     Los masajes. El método más eficaz y natural de todos los expuestos anteriormente. No existe mejor remedio ante una contractura que ponerse en manos de un profesional de las terapias manuales para erradicar la dolencia.
Las contracturas no responden a un patrón estándar en cuanto a tiempos de recuperación se refiere, al ser una cuestión de sobrecarga no se puede discernir cuánto tiempo lleva cargándose esa zona. Pero se puede establecer de forma genérica que una contractura ya fijada puede suponer un trabajo de dos o tres sesiones de fisioterapia, con sus días de reposo intermedio y una vuelta a la movilidad de forma progresiva. Esto puede suponer entre una y dos semanas desde que se trata la contractura hasta que se elimina por completo y el paciente puede volver a su rutina habitual con total garantía.   
·         Romero: es una especia muy usada en la cocina, para dar sabor y aroma a muchos platillos. Ofrece muchos beneficios para la salud, sobre todo para la relajación. Se puede hacer un baño de inmersión diluyendo un poco de romero para aliviar calambres menstruales o espasmos en los músculos. También se hacen masajes con aceite esencial de romero en las articulaciones. Las compresas calientes en las áreas doloridas o inflamadas reduce los síntomas de la artritis. 
·         Valeriana: se usa desde hace cientos de años para aliviar la tensión en el cuello, tiene a su vez un gran efecto sedante para controlar la ansiedad y los trastornos del sueño. Se puede hacer una infusión de valeriana o un té, y también consumir unas pastillas naturales en la dietética, debido a que esta planta tiene un olor fuerte y no del todo agradable.

·         Manzanilla: es el “tranquilizante por excelencia”, uno de los más conocidos y recomendados. Se usa para tratar el dolor muscular pero también para los trastornos menstruales, las tensiones, el dolor de cabeza, la ansiedad, el estrés, los nervios, etc. Relaja los músculos que se encuentran tensos y ofrece sus propiedades anti-inflamatorias para aliviar los calambres.
·         Catnip: es una planta nativa de Europa, dentro de la familia de la menta, que se ha plantado en América del Norte y Asia. Se usa como un sedante natural y a la vez un relajante muscular. Ayuda a reducir la hinchazón en las articulaciones, aliviar el dolor de cabeza por tensiones, curar lesiones en los tejidos blandos, entre otras propiedades.
·         Pimienta de cayena: es muy usada en los hogares para recetas de cocina y se ha comprobado que es más que eficaz para aliviar y tratar de manera eficaz y rápida los dolores producidos por calambres musculares.
OTRA:
Calambre
Es el nombre común de un espasmo muscular. Estos se pueden presentar en cualquier músculo del cuerpo, pero a menudo se producen en una pierna. Cuando un músculo está en espasmo, se contrae sin control y no se relaja.

Causas

Los espasmos musculares a menudo se presentan cuando un músculo está sobrecargado o lesionado. Los factores que podrían causar un espasmo muscular incluyen:
·         Hacer ejercicio cuando usted no ha tomado suficientes líquidos (está deshidratado).
·         Tener bajos niveles de minerales, como potasio o calcio. 
Algunos espasmos ocurren debido a que el nervio que se conecta a un músculo está irritado. Un ejemplo es una hernia discal que irrita los nervios raquídeos y causa dolor y espasmo en los músculos de la espalda.
Los espasmos en la pantorrilla ocurren comúnmente al patear durante la natación o al correr. También se pueden presentar en la noche mientras usted está en la cama. Los espasmos de la parte superior de la pierna son más comunes con actividades como correr o saltar. El espasmo en el cuello (columna cervical) puede ser un signo de estrés.
Cuando se presenta un espasmo muscular, el músculo se siente muy tenso y algunas veces se describe como un nudo. El dolor puede ser intenso.

Tipos de calambres musculares: calambres verdaderos

Los calambres verdaderos implican una parte o la totalidad de un músculo o grupo de músculos que generalmente actúan en conjunto. La mayoría de los expertos opinan que los calambres verdaderos son causados por la hiperexcitabilidad de los nervios que estimulan los músculos. Este es el tipo de calambre muscular esquelético más común, suele ocurrir en las siguientes circunstancias:
Lesiones. El calambre muscular puede desarrollarse como un mecanismo de protección después de una lesión, por ejemplo cuando ocurre una fractura de hueso. En este caso, tiende a minimizar el movimiento y a estabilizar la zona de la lesión.
Actividad vigorosa. Los calambres verdaderos comúnmente son asociados con el uso vigoroso de los músculos y la fatiga muscular (en deportes o actividades que no son cotidianas). Tales calambres pueden aparecer durante la actividad o muchas horas después. Del mismo modo, la fatiga muscular por estar sentado o acostado en una posición incómoda durante un período de tiempo prolongado o por cualquier uso repetitivo, también puede causar calambres. Los adultos mayores están en mayor riesgo de tener calambres cuando realizan actividades físicas vigorosas o extenuantes.
Calambres en reposo. Los calambres en reposo son muy comunes, especialmente en los adultos mayores, pero pueden experimentarse a cualquier edad, incluso en la infancia. Suelen producirse durante la noche, por eso se les conocen como calambres nocturnos. Si bien no amenazan la vida, pueden ser dolorosos, nocivos para el sueño y recurrentes. Pueden reaparecer muchas veces en la misma noche y / o durante muchas noches en la semana. La verdadera causa de estos calambres nocturnos se desconoce, a veces ocurren al hacer un movimiento que acorta el músculo. Por ejemplo si estás apuntando el dedo del pie hacia abajo mientras estás acostado en la cama. Esto acorta el músculo de la pantorrilla, un sitio común para los calambres musculares.
Deshidratación. Los deportes y otras actividades vigorosas pueden causar una pérdida de líquidos excesiva. Este tipo de deshidratación aumenta la probabilidad de sufrir calambres verdaderos. Esto es más común en climas cálidos y puede ser una señal temprana de un golpe de calor. La pérdida crónica de fluidos corporales por el uso de diuréticos (medicamentos que promueven la micción) y el consumo insuficiente de líquidos pueden actuar de manera similar, especialmente en las personas mayores. La pérdida de sodio también se ha asociado con los calambres.
Cambios en los fluidos corporales. Los calambres verdaderos también pueden ocurrir en presencia de otras condiciones con una distribución inusual de los fluidos corporales. Un ejemplo es la cirrosis del hígado, que conduce a la acumulación de líquido en la cavidad abdominal (ascitis). Del mismo modo, los calambres son una complicación relativamente frecuente de los cambios repentinos que se producen en los fluidos corporales durante la diálisis por insuficiencia renal.
Bajos niveles de calcio y magnesio en sangre. Los bajos niveles de calcio o magnesio aumentan directamente la excitabilidad de las terminaciones nerviosas y de los músculos que ellas estimulan. Esto puede ser un factor predisponente para los calambres verdaderos espontáneos que experimentan muchos adultos mayores, así como para los calambres frecuentes durante el embarazo. Los calambres pueden ocurrir en cualquier circunstancia que disminuya la disponibilidad de calcio o magnesio en los fluidos corporales, por ejemplo cuando se toman medicamentos diuréticos, si hay hiperventilación (respiración excesiva), vómitos, cuando se consume una dieta insuficiente en calcio y / o magnesio, si hay una absorción inadecuada de calcio debido a la deficiencia de vitamina D, un mal funcionamiento de las glándulas paratiroides, entre otras condiciones.
Bajos niveles de potasio. Los bajos niveles de potasio en sangre pueden causar calambres musculares, aunque es más común que asocien con debilidad muscular.

Tipos de calambres musculares: tetania

La tetania es una condición en la que todas las células nerviosas del cuerpo se activan y estimulan a los músculos. Esta reacción provoca espasmos o calambres en todo el cuerpo. El nombre se deriva del efecto de la toxina del tétanos en los nervios, sin embargo actualmente ese nombre también es aplicado a los calambres musculares de otras condiciones, como los bajos niveles de calcio y magnesio en sangre. A menudo, estos calambres se acompañan de evidencia de hiperactividad de otras funciones nerviosas, además de la estimulación muscular. Por ejemplo, los bajos niveles de calcio no sólo provocan espasmos en los músculos de las manos y las muñecas, también pueden causar sensación de entumecimiento y hormigueo alrededor de la boca y otras áreas.
A veces, los calambres tetánicos son indistinguibles de los calambres verdaderos. Los cambios en ciertas funciones nerviosas y sensaciones que se producen con la tetania pueden no ser evidentes porque el dolor del propio calambre los enmascara o los distrae.

Tipos de calambres musculares: calambres distónicos

Los calambres distónicos ocurren cuando los músculos que no son necesarios para un movimiento deseado son estimulados y se contraen. Los músculos que se ven afectados por este tipo de calambres incluyen aquellos que trabajan habitualmente en la dirección opuesta al movimiento previsto. Algunos calambres distónicos suelen afectar a pequeños grupos de músculos (párpados, mandíbula, cuello, laringe, etc.). Las manos y los brazos pueden verse afectados durante la realización de actividades repetitivas como las asociadas con la escritura (calambre del escritor), la mecanografía, la reproducción de ciertos instrumentos musicales, y muchas otras. Cada una de estas actividades repetitivas también puede producir calambres verdaderos por la fatiga muscular. Los calambres distónicos no son tan comunes como los calambres verdaderos.
Al primer signo de espasmo muscular, suspenda la actividad e intente estirar y masajear el músculo afectado.
En un principio, el calor ayuda a relajar el músculo, aunque la aplicación de hielo puede servir después del primer espasmo y cuando el dolor haya mejorado.
Si el músculo aún sigue dolorido después de aplicar calor y hielo, se pueden usar medicamentos antiinflamatorios no esteroides para ayudar con el dolor. En casos más graves, su proveedor de atención médica puede prescribir medicamentos antiespasmódicos.
Después de recibir tratamiento, su proveedor de atención médica debe buscar la causa del espasmo para evitar que se vuelva a presentar. Si un nervio irritado está involucrado, se podría necesitar fisioterapia o incluso cirugía.
Tomar agua o bebidas para deportistas al hacer ejercicio puede ayudar a aliviar los calambres debido a la deshidratación. Si tomar solamente agua no es suficiente, las sales efervescentes o las bebidas para deportistas pueden ayudar a reponer los minerales en el cuerpo.

Expectativas (pronóstico)

Los espasmos musculares mejorarán con reposo y tiempo. Su pronóstico es excelente para la mayoría de las personas. Aprender cómo hacer ejercicio correctamente y consumir suficientes líquidos puede impedir que los espasmos se presenten de manera regular.
Se podrían necesitar otros tratamientos si un nervio irritado causó el espasmo. Los resultados de estos tratamientos pueden variar.

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame a su proveedor de atención médica si: 
·         Tiene un espasmo muscular con un dolor intenso.
·         Presenta debilidad con el espasmo muscular.
·         Tiene un espasmo muscular que no se detiene y se propaga a otras partes del cuerpo. 
Incluso si los espasmos no son intensos, su proveedor de atención médica le puede ayudar a cambiar el programa de ejercicios para reducir el riesgo de espasmos en el futuro.
¿Has oído hablar del castaño de Indias? Es un remedio muy efectivo para aliviar las piernas cansadas, reducir varices y evitar calambres. Mejora nuestra circulación gracias a su contenido de aescina, un gran aliado para tonificar las arterias y los capilares, fortaleciendo las paredes de las venas y aliviando los síntomas de los calambres. En las farmacias puedes encontrarlo en forma de crema para realizarte masajes, y en las tiendas naturales es habitual adquirirlo en forma de cápsulas. Lo normal es tomar una cápsula por la mañana, pero no tienes más que leer su posología en la caja cuando lo compres para saber qué cantidad será la más adecuada. Pero sin lugar a dudas el castaño de Indias se alza como un remedio más que excelente.

5. Vinagre de manzana


El vinagre de manzana te va a servir tanto para uso interno como externo. Es un gran tonificante, propicia la correcta circulación y es un aliado magnífico para el dolor muscular. Podemos por ejemplo hacernos friegas con él a media tarde en nuestras piernas, de ese modo conseguiremos dormir mejor. E igualmente, puedes prepararte una bebida excelente para evitar calambres en otras zonas como por ejemplo en las manos. Se trata de un té que se realiza con una cucharadita de hojas de frambuesas rojas y una taza de agua hirviendo. Deja reposar durante unos 10 minutos, para después, poner media cucharadita de vinagre de manzana y un poco de miel. Puede que te parezca un tanto extraño, pero se trata de un remedio muy antiguo para reducir calambres. Si te atreves con él, toma dos tazas al día. Verás como te va bien.



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